Seminaristas acolitan en la canonización de la Madre María de la Purísima

Roma acogió este Domingo la canonización de Santa María de la Purísima a la que acudieron, junto con cientos de peregrinos, algunos seminaristas y formadores que disfrutaron muy de cerca de la presencia del Papa Francisco. La nueva santa fue superiora del Instituto de las Hermanas de la Cruz fundado por la sevillana Santa Ángela de la Cruz, una institución muy ligada al Seminario por el cariño y la intensa oración que las Hermanas de la Cruz le dedican.

Entre el jueves y el martes vivieron una experiencia “para la que no hay palabras”, comenta Francisco José Duarte, uno de los seminaristas de quinto. Participaron de los diversos actos celebrados en Roma con motivo de la Canonización, el primero de ellos el sábado con la Santa Misa para los peregrinos presidida por el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, en Chiesa Nuova. El momento central de estas jornadas se celebró el Domingo por la mañana en la Plaza de San Pedro del Vaticano, cuando en el transcurso de la Eucaristía presidida por el Papa Francisco fue elevada a los altares la madre María de la Purísima. La emoción de tal acontecimiento creció por el hecho de que los seminaristas pudieron participar muy de cerca en la celebración de la Santa Misa ejerciendo la función de acólitos durante la celebración. De esta manera, portaron los atributos papales, pudieron hacerle el lavatorio, portar los candeleros y ayudar al papa a revestirse con los ornamentos litúrgicos. El Santo Padre saludó personalmente a cada uno y les regaló un Rosario.

El lunes por la mañana acudieron a la Misa celebrada por nuestro Arzobispo don Juan José en la Iglesia de Monserrat, y por la tarde a la Misa de acción de gracias presidida por el Cardenal Santos Abril en la Basílica de Santa María la Mayor. El martes regresaron a Sevilla después de haber vivido en la impresionante ciudad de Roma unos días emocionantes que quedarán grabados en el recuerdo de estos compañeros.