Nuestros testimonios vocacionales
Testimonio Manuel Franco
“La felicidad al decir sí a Dios es incomparable”
Manuel Franco Rodríguez, seminarista de 6º curso (diácono)
Manuel Franco Rodríguez es diácono transitorio de la Archidiócesis de Sevilla y será ordenado sacerdote el 16 de septiembre de 2023. Y dice: “Ahora lo que siento es una especie de vértigo por el don tan grande e inmerecido que el Señor va a poner en mis manos, para servir a su Iglesia. Aunque tengo profunda confianza en el amor y gracia de Dios, que sostiene y levanta en cada momento. Estoy seguro que Él no me dejará sólo e irá por delante en esta hermosa aventura”.
Como sacerdote, este joven oriundo de Écija, estará dispuesto a dar tiempo de valor a la pastoral de la salud, por su gran potencial evangelizador. “La visita a los enfermos, afirma, es propicia ocasión para el anuncio del Evangelio en un momento de fragilidad para ellos. Además, es un servicio que muchos de sus familiares miran cómo Evangelio vivo y encarnado; y hasta puede cambiarles la percepción negativa de la Iglesia que a veces tienen”.
Otro campo que le interesa aprovechar es el de las hermandades y cofradías. “A mi parecer, confiesa, son el único vínculo de muchas personas con la Iglesia y el ambiente en el que desarrollan su vida de fe. Es necesario continuar con los cauces adecuados para que las hermandades y cofradías desarrollen su misión en comunión con la Iglesia y puedan sentirse siempre parte de ella”.
“El Papa Francisco, recuerda Manuel Franco, ha hablado de cuatro cercanías en los sacerdotes: cercanía con Dios, con el obispo, con los demás presbíteros y con el pueblo. Pienso que estas cercanías son claves para la fecundidad sacerdotal, para que los demás no nos perciban distantes y fríos, sino humildes y dispuestos a caminar junto a ellos al encuentro del Señor”.
“Los pilares que han de sostener mi ministerio sacerdotal son la Eucaristía y los momentos de oración personal, para descubrir y vivir la voluntad de Dios. Además, para vivir una espiritualidad recia, tendré que apoyarme en medios como la formación permanente y la dirección espiritual. Pues ayudan al cuidado propio, necesario para el cuidado de los otros”, sostiene.
Manuel Franco anima a los jóvenes que sienten el llamado para consagrarse por entero al Señor, a ver como normal el miedo a perder familia, amistades, comodidades, etc. Pero les asegura: “la felicidad que se siente al decir sí a Dios es incomparable. Los llamados al sacerdocio vemos cómo el Señor recompensa con el ciento por uno, sin dejarse ganar en generosidad”.
Como frase bíblica para su ordenación, Manuel eligió: «Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz, se fio de mí y me confió este ministerio» (1 Tim 1,12). Presidirá su primera misa el viernes 22 de septiembre, a las 20:00 horas, en la parroquia de San Gil Abad de Écija.